miércoles, 6 de febrero de 2019

Parte 3ª Actividad 2 - Comentario de una lectura reseñable de la asignatura.

Durante estas semanas, además de lo que serían los contenidos más técnicos de la asignatura, se proporcionaron diversos textos de diferentes autores e incluso épocas, que en buena medida reflejan muchas de las situaciones, dudas, tópicos o retos con los que se encuentra cualquier docente y que en algunos casos, como la relación con el alumno, no han cambiado apenas con el paso de los años.
A pesar de ello, hay algunas lecturas que intentan hacer una reflexión sobre el papel del profesor y su eficacia a la hora de cubrir las necesidades y expectativas del alumnado. Hemos tenido la ocasión de leer las impresiones, por ejemplo, del director de este propio Máster que cursamos y cómo él mismo refleja dudas sobre la pertinencia de algunos planteamientos o de la indefinición que de la profesión puede traer el futuro. Si esto así, es lógico que todos alberguemos dudas.
En todo caso, escribir esta entrada en el blog ha sido la excusa perfecta para volver a leer un texto que ya en su momento me había hecho reflexionar, se trata de un artículo aparecido en prensa del director pedagógico del colegio Izaga; Nicolás Muracciole Boldt, el cual intenta acercar al lector el reto de preparar al alumno no sólo en los contenidos tradicionales del saber, además se crea la necesidad de hacerlo para lo desconocido, lo que vendrá, lo imprevisto. Algo de una exigencia extrema para el profesorado, pues exige en primer lugar una mirada a largo plazo de los futuros cambios que se van a producir en la Sociedad y una adaptación a este personal análisis.
El artículo se contextualiza en el congreso “Comprensión para un mundo complejo” organizado por la Universidad de Harvard, que se celebró en Pamplona y donde expertos en Educación de dicha universidad, han expuesto sus ideas y aplicaciones en el marco del ProjectZero.
Básicamente se busca resaltar y reforzar el papel de la Educación en el logro de una Sociedad más justa y mejor, con dos cuestiones clave: qué debemos enseñar para responder a los retos del siglo XXI y cómo hacerlo.
Los expertos sostienen que la función de transmisión de conocimientos ya no es suficiente, que un 90% de lo que se enseña en la escuela no será relevante para la vida del alumno dentro de 10-15 años. Por ello se debiera dar una preparación diferente, preparar para lo desconocido. Preparar para un futuro incierto donde lo único claro es que la realidad social será diferente a la actual.
Objetivos para los que hay que impulsar diferentes habilidades en el alumnado a las que se imparten actualmente; a aprender a ver diferentes perspectivas, a fomentar el diálogo y la empatía, a ser comprometido con la sociedad. Y la forma de hacerlo, que a mí personalmente me parece tan interesante como complicado, debiera ser dando pautas al alumno en la labor de docente, haciendo de la figura del maestro y su forma de interactuar diaria un “modelo” del que tomar pautas y actitudes ante los retos futuros.
Por supuesto quienes promueven esta nueva forma de enseñar son conscientes de que no es ni sencillo ni es posible hacerlo de forma individual, por ello abogan por intercambios de experiencias, apoyos y recursos al profesorado y “quizá” una formación diferente.
En definitiva es sencillo acordar con la conclusión final “la calidad del aprendizaje del alumno dependerá de la calidad del aprendizaje del profesor”, lo difícil es lograr en el docente un aprendizaje acorde a estas expectativas. Con todo, entiendo que cada profesor mejor que nadie conoce sus carencias y puede encontrar vías de aprendizaje para suplirlas.
Al final todo se reduce a un asunto de honestidad y respeto por la persona a la que debes formar lo mejor posible, y adquirir una formación lo más completa y eficaz es parte de ello.



lunes, 21 de enero de 2019

Parte 3ª Actividad 1- Trabajo por proyectos AbP


Tras revisar los enlaces propuestos, he decidido comentar el Trabajo por Proyectos, como nueva metodología debido a que la encuentro muy útil y adecuada para los currículos tanto de la asignatura de Tecnología como en los ciclos de Formación Profesional, claramente por tratarse de contenidos con una parte práctica muy marcada.

En las palabras que la web aulaplaneta utiliza, el Trabajo por  Proyectos es "Trabajar por proyectos consiste en proponer a los alumnos un proyecto de investigación o desarrollo con unos objetivos concretos que deben conseguir. Los propios estudiantes deben organizarse, obtener la información, organizarla y elaborarla para responder a la pregunta propuesta o para solucionar el problema planteado."

En principio, es un planteamiento muy atractivo y eficaz y un primer paso es hacer ver la necesidad de la implantación de este tipo de docencia, la cual se fundamenta en modificar la forma tradicional en que aprendemos, la enseñanza directa. Si tenemos en cuenta los estudios al respecto, son aquellas actividades que nos exigen una actitud activa las que garantizan una mayor retención en nuestra memoria. Y es aquí donde el AbP se presenta como una excelente herramienta para garantizar la participación del alumno a procesos cognitivos de rango superior, convirtiéndolo en un elemento activo en el proceso de aprendizaje. Este cambio va a afectar tanto al nuevo papel que debe jugar el docente como creador de la situación de aprendizaje, como a la forma de transmitir el conocimiento que va a surgir como fruto de un proceso de trabajo entre alumno y profesor.

Los elementos esenciales de un buen proyecto han de ser: deben de tener sentido para el alumno (que les importe) y han de ser significativos (acorde a los estándares de aprendizaje). Se distinguen ocho elementos esenciales en todo buen proyecto:

-Contenido significativo. El profesor ha de planificar el proyecto dentro de los estándares de aprendizaje y el estudiante encontrarlo significativo.
-Abrir el proyecto con un golpe de efecto. Algo que active al alumno.
-Una pregunta que dirija la investigación. Ha de ser una pregunta abierta, compleja, provocativa y unida a lo que busca el profesor.
-Voz y voto para los alumnos. El profesor propone una serie de tareas a realizar y son los alumnos quienes seleccionan dentro de una escala de autonomía aquellas que le son más interesantes. Esto conlleva asumir responsabilidades en la proposición de la idea de proyecto, el reparto de tareas y ajusten tiempos.
-Competencias del siglo XXI. El trabajo ha de ser colaborativo. En grupos de 3 ó 4 se reparten las tareas, las responsabilidades y se las reparten.
-Investigación lleva a innovación. El alumno debe responder a la pregunta guía recopilando información que le lleva a nuevas preguntas y a nuevas conclusiones que le haga encontrar soluciones propias para resolver el problema.
-Evaluación, realimentación y revisión. El profesor ha de estar evaluando el proyecto continuamente, se ha de hacer ver que el trabajo de calidad no sale a la primera para que sea de calidad y que debe de ser el fruto de una continua revisión.
-Presentación del producto final ante la audiencia. El alumno está mucho más motivado si han de presentar el resultado ante una audiencia, para poder reflexionar sobre el trabajo, qué será lo próximo y sentirse orgulloso de lo hecho.
He de decir que en aulaplaneta, se ofrece un buen ejemplo de proyecto, realmente bien pensado, y que las ventajas que presenta son de peso; afianzar los conocimientos, permite el trabajo multidisciplinar, uso de nuevas tecnologías, ejercita destrezas sociales y es una preparación para la vida.
Aunque sin duda y como se ha apuntado antes, el éxito de estas metodologías está basado en la capacidad del docente para involucrar al alumno y motivarlo para que lo lleve a cabo, algo que no siempre es sencillo. En cualquier caso, estas metodologías no tienen por qué ser incompatibles con otros más tradicionales, en mi opinión perfectamente se pueden complementar.  

domingo, 20 de enero de 2019

Proyecto Etwinning

 Se nos ha propuesto proponer un proyecto para realizarlo en un centro de F.P. utilizando el programa de cooperación Etwinning. En nuestro caso y una vez discutido el posible proyecto nos decidimos en proponer e impulsar un molino eólico.
Hay que decir que el proyecto, aunque siempre es interesante desarrollar uno, no es el objetivo fundamental sino la profundización y conocimiento del programa Etwinning. El cual se presenta como una gran herramienta para implicar al alumnado en iniciativas de trabajos por proyectos (por ejemplo) ya que incluye alicientes como la posibilidad de hacer viajes, el establecimiento de relaciones con alumnos de otros países, el descubrimiento de otras formas de trabajar y el uso efectivo de los conocimientos lingüísticos del alumno.
Es por todo ello que este programa se presenta como una buena oportunidad de impulsar estas metodologías de enseñanza, a pesar de que, como se nos ha explicado, no están exentas de dificultades debido a problemas burocráticos, de gestión (hay que implicar a diversos actores) y también de presupuestos.
Desconozco si alguna vez estaré en condiciones de utilizar uno de estos programas, aunque si se da la circunstancia, creo que será realmente interesante su uso e intentaré servirme del mismo para interesar al alumnado en los trabajos por proyectos, con la seguridad que les será útil para ellos.