Tras revisar los enlaces propuestos, he decidido comentar el Trabajo por
Proyectos, como nueva metodología debido a que la encuentro muy útil y adecuada
para los currículos tanto de la asignatura de Tecnología como en los ciclos de
Formación Profesional, claramente por tratarse de contenidos con una parte
práctica muy marcada.
En las palabras que la web aulaplaneta utiliza, el Trabajo por
Proyectos es "Trabajar por proyectos
consiste en proponer a los alumnos un proyecto de investigación o desarrollo
con unos objetivos concretos que deben conseguir. Los propios
estudiantes deben organizarse, obtener la información, organizarla y elaborarla
para responder a la pregunta propuesta o para solucionar el problema
planteado."
En principio, es un planteamiento muy atractivo y
eficaz y un primer paso es hacer ver la necesidad de la
implantación de este tipo de docencia, la cual se fundamenta en modificar la
forma tradicional en que aprendemos, la enseñanza directa. Si tenemos en cuenta
los estudios al respecto, son aquellas actividades que nos exigen una actitud
activa las que garantizan una mayor retención en nuestra memoria. Y es aquí
donde el AbP se presenta como una excelente herramienta para garantizar la
participación del alumno a procesos cognitivos de rango superior,
convirtiéndolo en un elemento activo en el proceso de aprendizaje. Este cambio
va a afectar tanto al nuevo papel que debe jugar el docente como creador de la
situación de aprendizaje, como a la forma de transmitir el conocimiento que va
a surgir como fruto de un proceso de trabajo entre alumno y profesor.
Los elementos esenciales de un buen proyecto han de ser: deben de
tener sentido para el alumno (que les importe) y han de ser significativos
(acorde a los estándares de aprendizaje). Se distinguen ocho elementos
esenciales en todo buen proyecto:
-Contenido significativo. El profesor ha de planificar
el proyecto dentro de los estándares de aprendizaje y el estudiante encontrarlo
significativo.
-Abrir el proyecto con un golpe de efecto. Algo que
active al alumno.
-Una pregunta que dirija la investigación. Ha de ser
una pregunta abierta, compleja, provocativa y unida a lo que busca el profesor.
-Voz y voto para los alumnos. El profesor propone una
serie de tareas a realizar y son los alumnos quienes seleccionan dentro de una
escala de autonomía aquellas que le son más interesantes. Esto conlleva asumir
responsabilidades en la proposición de la idea de proyecto, el reparto de tareas
y ajusten tiempos.
-Competencias del siglo XXI. El trabajo ha de ser
colaborativo. En grupos de 3 ó 4 se reparten las tareas, las responsabilidades
y se las reparten.
-Investigación lleva a innovación. El alumno debe
responder a la pregunta guía recopilando información que le lleva a nuevas
preguntas y a nuevas conclusiones que le haga encontrar soluciones propias para
resolver el problema.
-Evaluación, realimentación y revisión. El
profesor ha de estar evaluando el proyecto continuamente, se ha de hacer ver
que el trabajo de calidad no sale a la primera para que sea de calidad y que
debe de ser el fruto de una continua revisión.
-Presentación del producto final ante la
audiencia. El alumno está mucho más motivado si han de presentar el
resultado ante una audiencia, para poder reflexionar sobre el trabajo, qué será
lo próximo y sentirse orgulloso de lo hecho.
He de decir que en aulaplaneta, se ofrece un buen
ejemplo de proyecto, realmente bien pensado, y que las ventajas que presenta
son de peso; afianzar los conocimientos, permite el trabajo multidisciplinar,
uso de nuevas tecnologías, ejercita destrezas sociales y es una preparación
para la vida.
Aunque sin duda y como se ha apuntado antes, el éxito
de estas metodologías está basado en la capacidad del docente para involucrar
al alumno y motivarlo para que lo lleve a cabo, algo que no siempre es
sencillo. En cualquier caso, estas metodologías no tienen por qué ser
incompatibles con otros más tradicionales, en mi opinión perfectamente se
pueden complementar.